Afortunadamente, cada vez hay más conciencia de la importancia del consumo circular (3R: reciclar, reducir y reutilizar), pero cuando este proceso no es posible, deberían utilizarse materiales más respetuosos con el planeta, que se degradan y cierran el ciclo de la naturaleza.
Habrás oído hablar de biodegradable y compostable, pero ¿sabes que no es lo mismo?
Un material biodegradable se descompone por la acción del medio ambiente, es degradado por el metabolismo de los microorganismos y se convierte en metano y CO2.
Un material compostable significa que este producto se biodegradará y convertirá en abono o compuesto de calidad en unas semanas a través de plantas industriales de compostaje.
Así pues, ¿cuál es mejor? Los materiales compostables, porque además de ser también biodegradables, vuelven a la cadena del consumo circular, convirtiéndose en abono. En cambio, no todos los biodegradables se convertirán en abono de buena calidad (es decir, no todo lo que es biodegradable es también compostable).
¿Y dónde debo depositar estos residuos? En el contenedor del orgánico (marrón) para que una planta de compostaje industrial pueda tratarlo y reconvertirlo en abono.
Una de nuestras últimas novedades, las galletas artesanas Bio están envasadas con materiales 100% compostables (bandeja, envoltura y etiqueta). Recuerda pues, depositar el envase en el contenedor del orgánico y habrás contribuido a la reducción de envases y pronto tu paquete de galletas se habrá convertido en abono.